domingo, 19 de septiembre de 2010

¡Canta, José Antonio, canta!

Caricatura: www.10lineas.com/labordeta

José Antonio, estamos como los viejos árboles batidos por el viento que azota desde el mar, y hoy hemos perdido paisajes y esperanzas en nuestro caminar. ¡Adónde se quedaron las sombras de aquel tiempo, la luz y aquel color!

Ya ves que vamos avanzando, cumpliendo este camino. Pero ¡canta, José Antonio, canta!, que aquí hay mucho que cantar, que este silencio de hierro ya no se puede aguantar. Caminemos hasta el momento en que las manos sea fraternidad, de pueblo a pueblo, de isla a isla, de casa a casa, de ciudad a ciudad; de viejo a joven, de amor a amante, de padre a hijo.

José Antonio, tu ejemplo hace con el futuro un canto de esperanza y poder encontrar tiempos cubiertos con las manos, los rostros y los labios que sueñan libertad. Gracias a tí, José Antonio, seguro que habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad, porque soplas duro, soplas de golpe liberándonos a todos de quien nos oprime.

¿Adónde vas, zaragozano, por esa tierra cercada? Tú, José Antonio, que acarreaste la lluvia, la piedra, el viento, que aserraste la madera, la voz y el hierro. No te quedes en la puerta, entra hacia adentro, que de la cocina, el fuego es tuyo. Quisiera cobijarte en una tierra de montaña, o de ríos, o de dura sierra, viendo como el paisaje surge creciendo de bosques o praderas, carbón o trigo. Sin embargo, hoy siento que ese paisaje que metiste a medias en una humilde mochila, a medias en tu corazón, se ha quedado huérfano.

Arremójate la tripa, José Antonio, que esta es tu albada, la del que se fue, que quiso volver un día pero no pudo ser. Te recordaremos como un árbol sano, como un pájaro en el aire, como el nuevo verano, como un lobo aguerrido, como el hombre con mayúsculas, porque eres paloma al viento, huracanes de luz, vendavales de llanto, ríos de juventud, o tan solo unas manos unidas a tu voz.

Ahora que ya llegaste al mar, José Antonio, déjanos que con tus manos nos unamos a la esperanza de los que siempre creen que la vida se alcanza y pintemos una plaza donde de la violencia sólo queden campanas. Nadie cerrará tus ojos ahora que estás callado.

Te fuiste así, dispuesto a regresar a la casa de tu padre, y ya estás con Miguel y con esa vieja que está sentada junto al hogar acariciando la lumbre. Te fuiste al polvo, humilde y campesino, como una acaricia vieja al borde del camino. Compañero, hasta aquí hemos llegado y nosotros ya te echamos de menos.

Gracias por todo, maestro.



De conciertos

Los Suaves en pleno concierto el miércoles 15 de septiembre.
(Foto con mi móvil, ninguna maravilla)

Un año más llegaron las fiestas de Guadalajara y un año más pasaron. Y como siempre, no se podía dejar escapar los conciertos, de miércoles a sábado, distintos estilos, grupos más o menos de moda, con más o menos tablas, con más o menos caché (a veces excesivamente exagerado). La mayoría fueron pagando, algunos gratuitos, pero se celebraron todos a pesar de las tormentas diurnas y las amenazas de lluvia de la noche.

El miércoles 15 abrió Paloma San Basilio en la plaza de Santo Domingo. Apenas estuve cinco minutos, pero me dio a entender el tirón que merecidamente todavía tiene a juzgar del llenazo en la plaza, pese a que la acústica no favoreció la potente voz de la cantante.
Mientras, en la Fuente de la Niña se preparaban dos grupos de Guadalajara, participantes del último DOG, que telonearon a los míticos Los Suaves. La última vez que les vi, Yosi, el vocalista y letrista del grupo, mostraba una patética imagen de alcohólico, con su botella de güisqui Passport a lingotazo limpio, olvido de letras y equilibrismo en las torres de sonido. Esta vez, parecía bastante recuperado, aunque no sereno, o al menos pudo unir letra tras palabra hasta completar todas las canciones de principio a fin. Eso sí, el espectáculo estaba asegurado, la fuerza de estos viejos roqueros se palpaba en todo el recinto y no defraudaron. Sí se notó que los últimos discos no han tenido el calado que los anteriores a Si yo fuera Dios y el público vibró mucho más con clásicos como Malas noticias, Maldita sea mi suerte, Si pudiera, Dame rock&roll o la incombustible Dolores se llamaba Lola, bastante más agradable en las cuerdas suaves que en las de las orquestas feriantes; aunque se echaron de menos algún tema como No me mires (petición personal). Aún sin ser el mejor concierto de Los Suaves, el espectáculo fue más que notable, mucho mejor de lo que me esperaba. "Dios es Suave".

El jueves casi se le agua la fiesta a Tamara (la de los boleros), pero después de una fuerte tormenta que remojó, y bien, a los atletas de la Milla Urbana y el canicross, la melódica desafió a las oscuras nubes y saltó al escenario de Santo Domingo, algo que se agradece. Otros asuntos me impidieron asistir al concierto, pero pude ver como la gente acudía en masa a agradecer a Tamara su profesionalidad y compromiso.
A las 11 de la noche aparecían en el cartel de la Fuente de la Niña unos tal Fondo Flamenco. Ni idea de quiénes son. Trato de informarme y lo primero que llega a mis oídos es que se trata de una especie de Andy y Lucas rejuvenecidos. Ante esta información dudo si buscar en la Internet algo de ellos, pero finalmente trago saliva, respiro hondo, le echo un par de huevos y me meto en el Youtube a ver algún videoclip suyo. Con algo más de 30 segundos me bastó, no estaba dispuesto llenar mi ordenador de más virus. Y mi sospechas se confirmaron, de repente, a eso de las 10 de la noche, cuando Guadalajara se emprezó a llenar de chonis, yenis, poqueros y toda esa clase de calaña socialmente prescindible. Evidentemente, y como usted, lector, puede comprender, no estoy dispuesto a arriesgar mi vida (y diez euros de mi bolsillo) por infiltrarme a ver de qué iba aquello.

El viernes llegó el plato fuerte. Desde días antes las entradas anticipadas (unas 7500) estaban agotadas para ver el concierto doble de Despistaos y La Fuga. Y es que el concierto tenía miga: Despistaos volvían a tocar en su tierra después de varios años y La Fuga se presentaba sin Rulo al micro y con un desconocido Pedro como su sustituto.
Despistaos trató de ganarse al público desde el principio con el himno del CD Guadalajara para empezar y vestidos con camisetas de algunas peñas de Guadalajara. Y lo hubiesen conseguido por completo de no ser por lo flojo de casi todas sus canciones (sobre todo de 2006 para acá). Pero son de la tierra, ¡qué más da! El cachondeo y la diversión estaba asegurada, y las sorpresas. La primera, con los primeros bises. Los Despistaos se marchan y tras un minuto aparecen unos tipos vestidos con mono naranja. Son LosDelGás, que nos brindan su Feisbuk con todo el buen humor del mundo y con los Despistaos. Todo tenía explicación, LosDelGás tocaron más tarde en el escenario que tiene la peña Caracol en el parque de la Concordia (¡cómo manejan estos caracoles!). Pero no fueron los únicos invitados; también Pedro, el nuevo cantante de La Fuga, les acompañó en un tema, una chiquilla joven que no sé quién es en otro y en Mi nevera, tema de su primer y mejor disco, salieron representantes de algunas peñas a hacer un poco el cabra en uno de los mejores momentos del concierto. El tema les quedó niquelado. El concierto finalmente fue largo y divertido, incluso permitieron que el público cantase Cada dos minutos; lástima que unas canciones tan "poperas" no tengan fuerza, por mucho que lo intenten disfrutando sobre el escenario.
A continuación, La Fuga. Y saltaba primero Pedro, que trató con el público como si llevase toda la vida dando voz al grupo. Y desde luego sorprendió; el concierto que ofrecieron fue sobresaliente y el nuevo vocalista mostró una soltura y una voz que dejó unas sensaciones magníficas. Se metieron al público desde el primer momento y el mismo comentario se reproducía entre los asistentes: "Pues el cantante nuevo me gusta". Otro concierto de más de dos horas, con mucho espectáculo, un público entregado y unos músicos dándolo todo sobre el escenario. Sin duda, el mejor concierto de las fiestas de Guadalajara. Lo peor, la falta de previsión de la organización, que no contaron con las cinco horas entre retrasos, cambios de escenario y conciertos que finalmente provocó que algunos se marchasen y otros se quedasen sin disfrutar de otro de los actos más seguidos de esta semana festiva, los toros de fuego.

El sábado, el chico ese de rizos que da saltos, que algunos han querido meter entre los cincuenta españoles más influyentes de la historia (¡manda huevos!). Pero David Bisbal se vio con dos fuertes oponentes: uno Pereza, que tocó el mismo día, a la misma hora y por cinco euros menos a 15 kilómetros, en Azuqueca, y otro él mismo, que ya empieza a cansar de tanto actuar aquí. Convencido estoy de que dentro de dos años vuelven a contratarle, todo por contentar a las quinceañeras del momento, futuras votantes potenciales, hasta que las arrugas terminen de minar los gallos de su garganta. Evidentemente, con su bochornosa actuación durante la celebración del mundial, con la machacona repetición de sus cuatro canciones en bares y medios de comunicación y hasta las narices de que me intenten vender la chorrada de que es un ejemplo que ha sabido hacerse la carrera a sí mismo (¡ja!, me descojono), tengo mucho más que excesivamente suficiente y no quise ni acercarme por allí cerca no vaya un berrido suyo a destrozarme aún más los tímpanos. Al día siguiente los periódicos abrían, como no, peloteando el concierto del "triunfito" y apuntando después que tuvo menos público que La Fuga y Despistaos (y menos del esperado, ¿por qué no decirlo?).

Todo esto es lo que dieron, más o menos, los conciertos de las ferias y fiestas de Guadalajara de este año. Ahora nos queda esperar otro añito más para disfrutar (o no) de música (o algo parecido) en masa (y de cachondeo festivo).

jueves, 9 de septiembre de 2010

No hay conciencia tranquila sin conciencia

Hoy hace un mes que me pediste, más allá de orondas formas, que te escribiese algo a tí, por deleite propio. Pues es el momento de dedicarte con mucho gusto unos pocos renglones, no demasiados, no vaya a vanagloriarte en exceso tu orgullo.

Pocos años antes de que el niño nazareno llegase a la vida de los hombres, escribía Cicerón, excelso orador y no despreciable pensador (lo que fue profesión de culto, hoy es desprecio de andrajos omnipotentes), que "la fuerza es propia de las bestias" y que "se causa injuria de dos maneras: por la violencia propia del león y por el fraude propia de la zorra; ambos son sumamente ajenos al hombre, pero el fraude es mucho más odioso". Alguien vil no conoce más que las armas de la zorra y trata de usarlas en beneficio únicamente propio; no le importa su entorno, ni lo que dice querer, se vuelve fulero y es inconsciente de las consecuencias. Pero si lo hace conscientemente demuestra su bajeza propia de las ratas. Me agrada pensar que ese acabe degradándose en sí mismo, hediondo, recubierto de todo el abono que ha ido restregando en su piel.

Quisiste entrar como un gallo en el corral, rodeado de gallinas inquietas dispuestas a prestar sus huevos a tu envanecimiento glorioso. Un gallo puede ganarse su puesto con nobleza y gallardía y sacar pecho ante sus semejantes de su buena posición. Pero también puede entrar de gallito, hecho un espantajo de higuera, dejar a sus gallinas cluecas y volverse el hazmerreír del corral. Lo triste de de este último es que ya lo fue más veces, lo malo es que por llenar su ego vacío es capaz de hacer daño para al final sumar cartas en favor de su ridícula imagen bien ganada antes, y lo peor es que es capaz de repetir el proceso tantas veces cuantas pueda. Muy a tu pesar, demostraste que la galanura no es virtud que te sea a bien, sino que adoleces de abyecta rastrería, como el Leviatán del sexto pecado.

Intuyo que escribí cosas que no alcanzaste a entender. No pretendía que lo comprendieses porque una mente de tu calibre difícilmente puede hacerlo, a no ser que se te dirija bonitas palabras cual rey despótico e inconsciente. No se puede tener la concienca tranquila sin conciencia, algo imprescindible para no corromper la libertad de sus corazones. Y acabo con una frase que escuché radiada no hace mucho, no recuerdo en boca de quién: "desconfía del que no sabe reírse de sí mismo".

lunes, 30 de agosto de 2010

Nueve

9 cosas que podría hacer una institución como la Conferencia Episcopal española con 9 millones de euros 9 años después de Gescartera:

1. Caridad.
2. Arreglar algunos templos históricos en proceso de ruina.
3. Subir el sueldo a los curas rurales, que tienen un salario medio de 450 €.
4. Financiar proyectos solidarios en África, Asia y América Latina.
5. Saldar deudas.
6. Pagar a los trabajadores de COPE despedidos por un ERE.
7. Empezar a autofinanciarse.
8. Ayudar a cientos de familias que se han quedado sin ingresos.
9. Pagar indemnizaciones a, por ejemplo, víctimas de pederastia.

Puede elegir la opción que más guste, incluso varias, que nueve millones dan para mucho. O bien puede dejar de lado todas y fichar a un equipo radiofónico para un programa deportivo.

lunes, 2 de agosto de 2010

Sociedad asfixiada

La inmensa mayoría de las familias necesitan dos sueldos para poder sobrevivir, y muchos no llegan a fin de mes, aun trabajando de 7 a 19 horas. Así, no es de extrañar familias desestructuradas, hijos que son educados exclusivamente por la televisión y la Play Station, que crecen con una ausencia de valores y se crían, no como ciudadanos, sino como salvajes.

Los datos de inflación esconden aumentos altísimos de productos básicos (fundamentalmente alimentos) que finalmente repercute sobre el asalariado medio y bajo. Aparece una crisis que se trata de solucionar tratando de mantener el nivel de vida de aquellos que se enriquecieron con el sobreexceso económico y mediante reformas laborales que constiñen más el bienestar de la mayor parte de la población.

Los ricos siguen acumulando cada vez más capital, y la clase media vuelve a usos y costumbres que parecían casi erradicadas o postergadas a excluidos sociales. Crece el índice de Gini en todo Occidente a la par que las clases medias y bajas observan impasibles como todo el bienestar logrado a base de mucho sudor, y también sangre, se les escapa de las manos como un hielo en proceso de licuación.

La elite económica tiene echado un lazo al cuello de la sociedad para dirigirla a su merced, pero están apretando tanto el nudo que van a acabar por ahogarla.

Imagen: Sakkarah

viernes, 30 de julio de 2010

Castigo a pase de Jabulani

La megalomanía nunca deja de sorprender ni se sabe hasta dónde puede llegar. Lo último del rey supremo de los delirios de grandeza, el ínclito Querido Líder norcoreano Kim Jong-il, visto traicionados su honor y su confianza por los futbolistas que representaron a su país en el Mundial de Sudáfrica, les ordenó posar firmes durante seis horas frente al Palacio de la Cultura Pupular de Pyongyang mientras las masas enforvorecidas soltaban toda la retaila de insultos que se les pudiese ocurrir en coreano. En Europa nos hubiésemos conformado con los mismos insultos soltados de la misma forma borreguil por los periodistas deportivos, y los jugadores sólo se hubiésen enterado leyendo el Marca o el As, escuchando la radio o viendo en televisión cualquiera de esos debates donde, entre copa y copa (de cubata, entiéndase), los periodistas bociferan como si se encontrasen en el bar de la esquina.

Al semidios (o dios y medio), cuyo nacimiento fue anunciado por una golondrina, el aumbramiento de una nueva estrella en el cielo y un doble arcoiris sobre el monte Paektu (desconozco si la golondrina dejó preñada a su madre y si la estrella guió hasta allí a tres magos occidentales para regalarle una bonita sesión de juegos de cartas), todo eso le parece poco, vanal, y no puede permitir que después de haber perdido los tres partidos disputados en el Mundial, incluidos un 7-0 contra Portugal y un 3-0 frente a Costa de Marfil, esos jugadores, traidores, se fuesen de rositas, se comportasen como un Ronaldinho cualquiera y quisieran vivir una vida como la de su Querido Líder, gustoso excelso de la juerga, el alcohol y el sexo desenfrenado con hermosas meretrices. Procedía la humillación pública.

Sólo se libraron dos. An Yong-hak tuvo a bien confundirse de puerta de embarque en el aeropuerto de Johannesburgo y volar hacia Tokio. Y Jong Tae-se, un surcoreano nacido y criado en Japón en una familia de profundas convicciones zuches, ese rara avis de comunismo entendido como "todo por y para el Querido Líder". Ama tanto al Líder Supremo y a su causa [personal, heredada de su padre] que en 2007 hicieron una excepción con él y le concedieron la nacionalidad norcoreana, gesto que recompensó con unas lagrimitas mientras sonaba el Ach'imŭn pinnara (himno de Corea del Norte) en el Ellis Park de Johanesburgo. Su absolución le permitió ir a firmar el contrato con el VfL Bochum de Alemania, donde va a jugar esta temporada.

Para el resto no hubo absolución, ni tan siquiera para el pichichi y capitán Hong Yong-jo, que vive en meditación en un cuartucho al que llaman apartamento en Rostov, donde juega, y desconoce lo que cobra porque lo administra a su manera el Partido de los Trabajadores de Corea. Habrá que estar atentos por cuántos jugadores repiten en la siguiente alineación, además del servil Jong Tae-se.

Y a quién las va a hacer. Ese tipo acomplejado por su tamaño, a cuya imagen no se le puede dar la espalda previa amenaza de recibir un balazo, no tuvo piedad siquiera para el entrenador, Kim Jong-hum, el que consiguió llevar a un equipo de muertos de hambre (casi literal) a una fase final del Mundial de fútbol. Fue condenado a realizar trabajos forzados en una obra de construcción de Pyongyang, o pudiera suponerse también que cavando en una mina de uranio.

Parecería de risa si no fuese por la crueldad con que un tipo como Kim Yong-il, monarca comunista (comunista para sí, no para los demás, que tiene guasa), lleva los designios de una sociedad cerrada y sellada con silicona para resguardarse del frío exterior. Y ahora sus últimas víctimas (que se sepa) han sidos los jugadores de la selección de fútbol, a los que ha considerado como traidores por no cumplir las expectativas de llegar a cuartos de final del Mundial, obviando la muy superior supremacía de los demás equipos.

martes, 27 de julio de 2010

¡Calor!

Un es día como hoy, con una máxima de 36º, a lo que hay que sumar la insoportable nube negra matritense fruto de la combustión del petroleo y la sensación real de 40º, y lo que queda por subir. Un día en el que apetece buscar algo fresco, agua, un polo, una cerveza, una noticia o una canción (que alguien me diga, por favor, qué significa eso de "canción fresca" cuando yo sudo mucho en los macrofestivales y en los bailoteos de las verbenas rurales; y eso de una "noticia fresca", si no hacen más que salir esos engreídos políticos que cuando les escuchas te hierve la sangre, mezcla de cabreo y congoja). Un día en el que a veces resultan inoportunas ciertas noticias. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMet) ha emitido un informe catastrofista en el que se prevé que en la península Ibérica aumente de la temperatura en hasta seis grados en el próximo siglo y los pluviómetros tengan que reducir hasta un 30% su tamaño.

Me vuelvo loco. Vivo en el centro, zona de hastío calor en el estío y seca durante casi todo el año. ¿Qué hago? Primero, me he apuntado a un centro de idiomas modernos. En la casilla de "Idioma que desea aprender" he dejado vía abierta por si finalmente me decido por algún idioma escandinavo, quizá el islandés, o a lo mejor el ruso, también por eso de la moda gasística que podría reportarme sublimes rublos a cambio de casi nada, unas doce horas de trabajo a cielo abierto y una ducha diaria con jabón aromático para eliminar aunque sea el hedor del oro negro.

Todavía me queda la esperanza cantábrica, que aun gastan la lengua a la castellana y no me sería difícil adaptarme, a no ser que tenga a bien residir en la ruralidad más recóndita y cursar clases dialectales borreguiles para entender a cuatro viejos y a dos jóvenes cicuentones que se entienden hablando en la tasca de la mecánica de la Fórmula 1. Tampoco están tan mal las montañas y los acantilados, pero allí el viento en verano quema la piel.

La Antártida todavía me parece una locura, aunque al paso que llevamos no hay que descartar nada, si bien la angustia solitaria terminaría conmigo, a no ser que entre siete mil millones a algún que otro se le pasase por la cabeza la misma idea. De momento podría valer Groenlandia, que empezará a hacer honor a su nombramiento de 'tierra verde'.

Una última opción que se me ocurre implica un sentimiento nacional. Si los británicos están como locos por asarse en las parrillas de la Costa del Sol adquiriendo ese tono rojizo que les resulta tan atractivo, y los ibéricos estamos tan quemados de la mala baba de Lorenzo, podríamos acordar un canje territorial. Todo está pensado, no importaría darles a los catalanes el norte escocés, con monstruo incluido en el lago Ness, y a los vascos el Úlster, por si quieren estrechar la mano a los eirenses. Los gallegos no verían mal la tierra de Gales, al menos se parece el nombre, y seguro que compartirían con mucho gusto el territorio con los portugueses. Los andaluces son muchos, pero el canal de la Mancha no simularía mal las playas de Sanlúcar, aunque se tendrían que acostumbrar a las mareas. Canarios y baleares tienen Jerseys, Gernseys y Manes para elegir. Y los castellanos, aragoneses, levantinos, extremeños y demás tenemos espacio en el centro de la isla. Londres no es Madrid, pero tiene su aquél, incluso calor en verano.

¡Vaya, ni con esas me escapo!

Imagen: www.hellocrazy.com

jueves, 22 de julio de 2010

Allez, David, qui ton peux!

Un jueves cualquiera del mes de julio, buena temperatura para dar una vuelta con la bicicleta. Si en la vertiente norte de los Pirineos los Contador, Schleck, Samu Sánchez, Menchov, Sastre y demás estrellas de las dos ruedas se disponen a coronar ese monstruo de 19 km., 7,5% de pendiente media y 2115 metros de altitud al que llaman Tourmalet, en la fértil Campiña del Henares un humilde aficionado se dispone a emprender una pequeña ruta rompepiernas por caminos dejados de la mano de la mayor parte de la gente.
La ruta está más o menos clara: salida de Guadalajara hacia Cabanillas, subida por el camino de Usanos, paso por el monte Celada, enlace con el camino de Valdeaveruelo y de ahí ya se verá. Si todo sale como tengo pensado, treinta y tantos o cuarenta kilómetros no me los quita nadie.

Salgo a las 10:30 de casa y preveo llegar al monte Celada hacia las 11:15. Siguen las obras de la carretera de Cabanillas con la nueva vía rápida del Ruiseñor. Está recién asfaltado y ahí siguen trabajando de sol a sol los obreros. Cruzo Cabanillas sin parar y me dirijo directamente hacia el camino de Usanos, que en este primer tramo recibe el nombre de calle de las Arcas. Tras un tramo asfaltado y pasar bajo la R-2, el camino pica para arriba y el asfalto también se pica y se convierte en gravilla, que dificulta el pedaleo. De todas formas no me siento del todo bien encima de la burra. Recomendación: cuando vayas subiendo sobre la grava y notes que la rueda se va clavando, no mires hacia atrás, es posible que acabes cayendo al suelo, por inverosímil que parezca. Quizá no fui el único; una cruz negra de hierro junto al camino recuerda la muerte allí de un Sr. Piélagos un frío 5 de diciembre de 1978.
Bordeo toda la urbanización del campo de golf, la grava cambia por alsfalto durante unos metros antes de convertirse en tierra (como debe ser un camino) una vez que se obvia la entrada al monte Enmedio por la derecha. Antes de coronar el monte Celada la presencia de un cazador con su Land Rover y su perro de caza me pone sobreaviso pese a que la temporada de caza pasó hace ya cuatro meses. Dejo pasar dos caminos que sigue directamente hacia Usanos y sigo de frente en busca del de Valdeaveruelo, que para mí es nuevo. Hacia Sotolargo el trayecto es de ligera bajada, paralelo al arroyo de la Marcuera y entre encinares que se van haciendo cada vez más espesos.
A la llegada de un cruce me paro y me bajo de la bicicleta para observar mejor el panorama. Consulto la brújula y me cercioro de que sigo por el camino correcto, hacia el sur. A los pocos metros me doy cuenta de que algo no anda bien en la burra. Las patas, la rueda delantera está pinchada. Estoy a unos tres kilómetros de Sotolargo y a más de siete de Usanos y Cabanillas. Falta de previsión, no llevo ni parchas ni bomba. Me acuerdo de Abraham Olano en el Mundial de Duitama en 1995 cuando a falta de escasos kilómetros y con escasos segundos sobre sus perseguidores pincha la rueda trasera, y antes de perder su ventaja cambiando de bicicleta gana la carrera con rueda y media, el asfalto mojado y la inestimable ayuda del gran Miguel Indurain. Quizá yo pueda emularle, o quizá no, pero no me queda otra que continuar, así que emprendo camino hacia Sotolargo, cuyas últimas casas non tardo en ver.
Si no fuese ya mala saña, entre el ensordecedor canto de las chicharras y el sobrevuelo de dos buitres, piso el surco en forma de reguero que sigue el camino y con una rueda pinchada no puedo controlar la bicicleta y caigo de costado al sembrado contiguo, recién arado, por cierto. Ahora sólo me queda unos cuatro kilómetros hasta Valdeaveruelo atravesando la urbanización Sotolargo, sin rueda y arañado.
Atravieso los chalés entre montado en bicicleta y de pie, evitando que se salga el fondo de llanta; apenas cuatro coches circulando y nadie en la calle o los patios, la triste imagen de estas urbanizaciones privadas donde la gente se refugia dentro de sus cuatro vallas y apenas hace vida social. Tardo en llegar hasta la carretera. Tengo dos opciones: 11 km hasta Guadalajara o uno hasta Valdeaveruelo y esperar el autobús de línea. Me arriesgo: voy haasta Valdeaveruelo y espero al autobús. No creo que aguante sin rueda siquiera hasta Cabanillas.
Más mal que bien llego a la plaza de la entrada del pueblo donde está la parada. Son las 12:15 y acaba de pasar el autobús, debió ser con el que me crucé en la carretera. Llamo a Laura por ver si ha acabado el curso pero no coge el teléfono. Sólo queda esperar hasta las 13:35 y rezar por que el conductor no ponga pegas para meter la bicicleta en el maletero.

Hora y media da para mucho, incluso en un pequeño pueblo. Para empezar, el verano lo llena de jóvenes que pasan los calores en la segunda residencia o con los abuelos, se reúnen con los amigos estivales y pasan el rato en campamentos urbanos que contrata el Ayuntamiento. Pero también hay cosas que en la ciudad de hoy sorprende. Una furgoneta entra haciendo sonar el claxon para avisar a los vecinos. "Panadería y dulces". Varias mujeres se agolpan para comprar el pan de cada día.
Algo más tarde se oye de fondo por altavoz: "El chatarrero, el chatarrero, el chatarrero va recogiendo chatarra. ¡El chatarreeeeroooo!". Rápidamente aparece la camioneta con el remolque lleno de hierros y el gitano de sombrero y bigote cano repitiendo la cantinela. Cuando da la vuelta a Valdeaveruelo en el remolque sólo lleva un bidón oxidado más.
El consumo de hierro debe ser muy alto por estos lugares y la competencia en el mundo de la chatarrería debe ser feroz, porque a los pocos minutos aparece otra camioneta más. Esta vez son dos, pero limitan su canto a un "El chatarrero" de vez en cuando. No sé si se llevó algo más de las parcelas del pueblo.

Los chavales matan el tiempo como pueden. En la parada de autobús se reúnen un grupo de varias edades. En principio no les llamo la atención, hasta que llega un primer autobus y pregunto el destino: El Casar. No es este, tengo que esperar algo más. Los chicos comienzan a hablar de sus aventurillas con las bicicletas. Sin duda ya se han percatado de mi presencia; dejo de ser un fantasma. Y pronto llega otro autobús; éste si va a Guadalajara. Entre el conductor y yo conseguimos meter la bici en el estrecho maletero y vamos de vuelta a casa.

La aventura ha sido curiosa, pero hubiese preferido no haber pinchado y haber vuelto por mis propias ruedas. Son cosas que aveces pasan. Menos mal que Contador no pinchó ni se cayó y pudo aguantar bien los ocho segundos de ventaja sobre Schleck en la meta del Tourmalet.

¿Moraleja? Lleva bomba de aire y aparejos de repuesto en la bicicleta, nunca sabes dónde te van a hacer falta.

jueves, 13 de mayo de 2010

Reforma electoral

Los avatares electorales han llevado al liberal Nick Clegg a entrar en el Gobierno de David Cameron. Para ello, ha convencido al flamante Primer Ministro británico de iniciar una más que necesaria reforma electoral. No es de extrañar su empeño si viendo que con el sistema mayoriatario de tanta tradición -como obsoleto- en el Reino Unido, el tercer partido, obteniendo tan solo un 6% menos de votos que el segundo, ha conseguido 201 diputados menos. Y es que muchas veces la inenieria electoral es muy injusta.

De eso sabemos bastante en España, lo único que aquí en lugar de culpar al sistema electoral, hay quien lo erige como garante de un sistema supuestamente proporcional y acusa a Victor d'Hondt y su método de reparto de escaños[1]. Pero algo parece no andar bien cuando la tercera fuerza política más votada obtiene sólo dos escaños y la cuarta, once; un fallo a priori bastante significativo.
Para no engañar a nadie, lo del Congreso de los Diputados de España es más bien un sistema electoral que podríamos denominar proporcional matizado, si no desvirtuado. Lo cierto es que siendo la circuscripción electoral la provincia, sólo en Madrid y Barcelona, y si acaso Valencia, hay una cierta proporcionalidad, ya que ésta sólo puede funcionar si hay un número significativo de escaños que repartir -35, 31 y 16, respectivamente-. España es un país que tiene repartida su población de manera muy desigual, por lo que en la mayoría de las circunscripciones tan solo se eligen un pequeño número de representantes -tres, cuatro, cinco o seis-, lo que favorece siempre a los partidos más votados y elimina por completo a las fuerzas minoritarias pero con un seguimiento ciertamente significativo. Aunque sujeto su reparto a cierta proporcionalidad, previo regalo de tres escaños[2], la proporción sobre proporción acaba acercando el sistema electoral español al mayoritario.

Un sistema proporcional real no requiere precisamente de la sustitución del método d'Hondt como medio de reparto de escaños por otro supuestamente más justo, sino de una circunscripción electoral única, donde el número total de escaños se repartiese siguiendo el número total de votos obtenidos por cada partido.
Tomando como base los votos obtenidos por los partidos políticos en las elecciones generales de 2008, si comparamos el reparto de escaños dado por el sistema proporcional matizado actual con con uno hipotético siguiendo la circunscripción única, los resultados son claros:

Partido .... Escaños reales ..... Escaños c.e.ú.
PSOE ............... 169 ....................... 161
PP .................... 153 ....................... 147
IU ....................... 2 .......................... 14
CiU .................... 11 .......................... 11
UPyD ................. 1 ............................ 4
PNV ................... 6 ............................ 4
ERC ................... 3 ............................. 3
BNG .................. 2 ............................. 3
CC-PNC ............ 2 ............................. 2
CA ..................... 0 ............................. 0
Na-Bai .............. 1 ............................. 0

Con una circusncripción electoral única, los partidos que perderían escaños serían los dos grandes, PSOE y PP, ganarían ampliamente los partidos nacionales minoritarios y más o menos se mantendrían los nacionalistas periféricos. Si además, se quiere conseguir aún una mayor proporcionalidad, la Constitución permite aumentar el número de diputados hasta los cuatrocientos, cincuenta más que los actuales, y el reparto variaría algo más, y además aparecerían nuevas fuerzas políticas, como Coalición Andalucista:

Partido .... Escaños reales ..... Escaños c.e.ú. 400 diputados
PSOE ............... 169 ....................... 183
PP .................... 153 ....................... 168
IU ....................... 2 .......................... 16
CiU .................... 11 .......................... 12
UPyD ................. 1 ............................ 5
PNV ................... 6 ............................ 5
ERC ................... 3 ............................. 4
BNG .................. 2 ............................. 3
CC-PNC ............ 2 ............................. 2
CA ..................... 0 ............................. 1
Na-Bai .............. 1 ............................. 1

Si tratamos los datos en términos relativos, la proporcionalidad se hace evidente ante nuestros ojos:

Partido .... % votos ... % escaños reales ... % escaños 400 dip.
PSOE ......... 43,37 ................. 48,29 ....................... 45,75
PP ............... 39,36 ................ 43,71 ....................... 42,00
IU ................ 3,77 ................... 0,57 ........................ 4,00
CiU .............. 3,03 ................... 3,14 ........................ 3,00
UPyD .......... 1,19 .................... 0,29 ....................... 1,25
PNV ............ 1,19 ..................... 1,71 ....................... 1,25
ERC ............. 1,16 .................... 0,86 ....................... 1,00
BNG ............ 0,82 ................... 0,57 ........................ 0,75
CC-PNC ...... 0,64 ................... 0,57 ........................ 0,50
CA ............... 0,27 .................... 0,00 ....................... 0,25
Na-Bai ........ 0,24 .................... 0,29 ....................... 0,25

De darse, los cambios serían sustanciales. Primero, aparecería la posibilidad de formar coaliciones con dos fuerzas nacionales con capacidad de servir de llave de Gobierno: IU y UPyD. Es más, los resultados están tomados de unas elecciones realizadas bajo el sistema electoral proporcional matizado, lo que en la mayor parte de las provincias favorece el llamado voto útil[3]; de realizarse unas elecciones con circunscripción electoral única, seguramente IU, en lugar de obtener 960 000 votos, hubiese llegado al menos al 1 200 000, y UPyD, en vez de 300 000, quizá 500 000, restando votos al PP y sobre todo a PSOE, lo que ajustaría aún más el resultado y cobrarían aún más fuerza los terceros partidos.
Por otro lado, aparentemente los partidos nacionalistas periféricos se mantienen más o menos igual. Pero, en realidad pierden fuerza, ya que dejan de ser llave de Gobierno en favor de los partidos minoritarios que se presentan en todo el país. Con el sistema actual, las coaliciones son muy difíciles, sobre todo porque los partidos nacionalistas habitualmente no gustan de entrar en un Gobierno que ven lejos de sus casas. Pero consiguen una política de pactos puntuales y de legislatura que condicionan políticas que van encaminadas sobre todo en temas de transferencia de competencias y de financiación de las comunidades autónomas. De esta manera, y por la debilidad -casi inutilidad- del Senado, intrínsecamente el Congreso de los Diputados se ha convertido en la verdadera Cámara de representación territorial, mezclando de manera un tanto caótica dos voluntades que son como el agua y el aceite, la de los territorios y la del pueblo.
El hecho de que recobren fuerza otros grupos como IU y UPyD haría perder poder a los nacionalistas periféricos, que no tanto representantes. Si se escogió un sistema proporcional matizado fue precisamente para dar cabida a éstos como integración de las peculiaridades regionales, aunque sea minando la democracia y la voluntad de los ciudadanos. Por ello, una circusncripción electoral verdaderamente proporcional no sería completa si no se reformase el Senado, dándole más competencias y convirtiéndola en una auténtica Cámara de representación territorial donde las comunidades autónomas debatiesen sus asuntos propios, a modo de Estados federados o länder en el Bundesrat alemán, y donde se desenvolverían mejor los partidos nacionalistas periféricos, dejando al Congreso aquellos temas que son de interés general para todos los ciudadanos.

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[1] Una explicación del método d'Hondt: http://www.elecciones.mir.es/generales2008/i_visita8.html.
[2] El artículo 68 de la Constitución de 1978 y el artículo 162 de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, de Régimen Electoral General atribuyen a cada provincia un mínimo de dos diputados (salvo Ceuta y Melilla), más otro resultante de los sobrantes de la proporcionalidad.
[3] Pese a que hay voces muy interesadas que lo niegan, el voto útil es una realidad patente, sobre todo en pequeñas circunscripciones, donde las terceras fuerzas obtienen en unas elecciones generales hasta la mitad de los votos que los que consiguen habitualmente en las municipales.

lunes, 5 de abril de 2010

Fealdad pública

Las ciudades son reflejo fiel de la sociedad. En sus calles, en sus edificios se pueden leer, letra a letra, los valores comunes de sus habitantes. Y en las de España no es que hablen, cantan por soleares.
Dejando a un lado las aberraciones de los años 60 y 70, los edificios de la España postmoderna, en continua expansión (y especulación), son por lo general feos. Carecen de estética, dan sensación de dejadez. En las viviendas predomina el ladrillo visto con la baldosa blanca; en los edificios públicos lleva tiempo de moda el duro y frío hormigón mezclado con hierro oxidado. Y de las formas, ni hablemos: rectilineas, austeras y llenas de luces de feria.Hoy por hoy, el buen gusto requiere del dinero, el poderoso caballero al que denunció Quevedo. La belleza y la armonía se han mercantilizado, y los que carecen de posibles y lo público se tiene que conformar con el maquillaje barato.

La sociedad es cada vez más individualista; ya no importa lo exterior, lo público, el bien común. Importa poco que las calles sean agradables, armoniosas. Se puede vivir en un monstruo arquitectónico, austero y sucio, pero de puertas para adentro todo el mundo procura, unos con mejor gusto que otros, pero todos con buena intención, hacer de su casa un palacio.
La gente pasea cada vez menos, se pone las orejeras y pasa por las calles deprisa, asustada de estar lejos de su lar (palabro de crucigrama), sin admirar el entorno. Prefiere quedarse en el refugio inconexo de las cuatro paredes de su autocracia familiar.

Foto: Edificios de Rayet y de Caja de Guadalajara, aberraciones arquitectónicas en el centro de Guadalajara. Fuente: Google Earth. Street View

jueves, 1 de abril de 2010

De la partitocracia estatal a la tecnocracia municipal

Parece que PSOE y PP han encontrado el maná en estos asuntos de la corrupción en las administraciones locales: "¡substituyamos a los políticos por técnicos!" Es decir, ahora serán los tecnócratas quienes tengan la guardia y custodia de los erarios públicos de los ayuntamientos y las diputaciones; decidirán sobre los asuntos de la ciudad y la provincia. Unos profesionales con dedo sobre el botón de la política que ya no son elegidos por los ciudadanos. Entonces ¿quién los designará? ¡Voilá! ¡Los propios políticos! Osease, el corrupto podrá buscar quienes decidan por él y se lavará las manos, como si los técnicos (a dedo por el político local de turno) no pudiesen tener tendencia a la mano larga.

Los técnicos en la administración local (como los secretarios locales) tenían dos características sine cuanon: primero, eran funcionarios y, segundo, eran independientes. Pero eso desapareció, y ahora pretenden que los técnicos sean políticos y dependientes. Total, lo comido por lo servido; caminando hacia una partitocracia tecnócrata.

La única solución para la corrupción local son los políticos honrados, cuya seña de identidad sea la razón de Estado (o de Ayuntamiento, en este caso), y unas instituciones independientes que controlen su acción; todo lo contrario al nuevo acuerdo entre PSOE y PP, que son los que más corruptos acaparan, aunque sea sólo porque son los que más administraciones gobiernan.

sábado, 13 de marzo de 2010

Aguas

El agua fluye por los conductos con mayor o menor fuerza dependiendo de la pendiente. La cosa cambia, no demasiado, cuando ese agua se multiplica, deja el singular para ser irreverente plural. Todo depende del tamaño y el material que sedimente.

Por lo general, las menores corren muy bien; son limpias y rápidas. A veces, marchan torrencialmente y no dejan meandros por su camino porque rompen bien sobre la roca. Las mayores, en cambio, son más turbias, vienen cargadas de material más pesado y dependiendo de éste pueden ser más duras o más blandas. Suelen aparecer en épocas de lluvias fuertes y continuadas, de esas primaverales que luego hacen florecer las yerbas y los arbustos aromáticos del campo. A veces estas las aguas se atrancan cuando vienen con un tropezón de más, poco digerido. Existen buenos productos para solucionarlo. En el argot popular se habla del poder corrosivo de la Coca-Cola, pero la estrella sigue siendo el desatascador. Si esto no solucionase, es conveniente acudir a un especialista.

Todas las aguas, independientemente del tamaño, pueden ser contenidas entre muros y compuertas impermeables. El problema viene cuando se abren las compuertas o crecen las grietas de la pared y el lugar para liberar las aguas no es el adecuado. Genera charcos que remojan los calzados, molestos hedores y hasta la sorna macabra de los chiquejos. En el caso de que se llegue a tal mal, y venga con ello una multa, hay que tener cuidado en no mojarla, pues es el único recibo con el que se puede reclamar. Y aveces hasta hacen descuento por abonarla pronto.


Ps.: La fotografía corresponde al monasterio de la Encarnación de Madrid, junto a la ópera.

sábado, 6 de marzo de 2010

Cuatro gotas y marabunta en El Foro

Es un día cualquiera entre semana y caen cuatro gotas sobre Madrid. Las carreteras de entrada a la ciudad se atascan, accidente a la altura de Barajas, el autobús lleno, la gente resignada a perder unos minutos de su valioso tiempo de viaje hacia el trabajo. Se ve desde el cruce con la M-30 que hay en los ambos sentidos, vías de servicio incluidas, dos grandes hileras de coches a modo de orugas que no avanzan. La estación de Avenida de América llena de viajeros bajándose de los autobuses o guardando cola pacientemente, aunque sepan que en el siguiente no entran. El metro sobrecargado a horas que no lo suelen estar; como sardinas en lata esperando que algún camarero la destape y nos sirva en el plato de algún bar infecto de grasa y vino peleón.

Cada vez estoy más convencido: los madrileños son descendientes directos de los Gremlins, con el gusto de haber acudido al salón de belleza a acicalarse un poco. Y la prueba está en que, cada vez que llueve, las carreteras se taponan, el metro se llena, por la Gran Vía corretean mareas de paraguas escondiendo rostros humanos (o quién sabe de qué), la sección de perfumería de El Corte Inglés expande una mezcolanza de olores más sobrecargada de lo habitual... Pero cuando hace sol, las carreteras se taponan un poco menos, en el metro se puede viajar sin tener que preocuparse porque tu mano palpe sin querer partes prohibidas de otros, las calles quitan las caretas a los paseantes, que pueden caminar sin tropezarse con la puerta de un centro comercial...

¿Pero qué hacen con todos los Gremlins que había cuando llovía? ¿Los meten al Zara, los llevan de excursión a Gandía, a una isla perdida en medio del Atlántico, van de público a Telecinco...? Son cuestiones sin resolver que algún día habría que investigar.

viernes, 5 de marzo de 2010

Ejercicio de democracia

Se podrá estar a favor o en contra de los toros (como festejo o como ser vivo), pero de lo que no hay duda es del valor del ejercicio democrático que se está haciendo estos días en el Parlamento de Cataluña. Ese es el escenario, y allí han sido invitados a debatir ciudadanos que, razonadamente y previo estudio reflexivo, lanzan argumentos defendiendo su posición en un debate sin levantar la voz más de la cuenta o atacar cobardemente y sin fundamento al que piensa distinto. Cada uno esgrime libremente su opinión sin tratar de imponerla al contrario, sino como un aporte con el que armar el juicio y la reflexión en el foro interno de cada uno. Hace tiempo escribía sobre la isegoría y el ejercicio de la retórica como parte esencial de la democracia, aquí tenemos un ejemplo claro de cómo ciudadanos de distinta opinión y de muy distinto pelaje son capaces de ejercer la democracia en su más estricto sentido práctico.

Luego están los que, aprovechando su juego autoritario, quieren proteger lo que no está amenazado, sin contar más que con su voluntad invocando legitimidad plebiscitaria[1], y los que tratan de torpedear el debate democrático (del que nunca tuvieron fe) limitando su información a un porcentaje mínimo de lo expresado y sacándolo incluso de su contexto.

Es gratificante saber que todavía se puede ejercer la democracia en una sociedad tan dada al doble juego de la imposición y la servidumbre y poco paciente con lo ajeno, pese a que haya muchos que no crean en ella.

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[1] Tantos años en política y todavía no sabe que la legitimidad se la han dado los ciudadanos no para dictar, sino para gobernar, lo que significa hablar, escuchar y aveces, por simple responsabilidad, tomar decisiones que no sean de su agrado.

jueves, 14 de enero de 2010

Entre genética y cultura: el no pensar las cosas dos veces antes de decirlas

A un niño de 16 años que se sentía chica se le ha practicado, con consentimiento paterno y visto bueno de médicos y jueces, una operación de cambio de sexo (o "reasignación de género", como se quiere llamar usando ese tan desafortunado calificativo de "género", tomado obviando que las personas somos algo más que meras palabras -¡cuánto mal hicieron algunos parsonianos!-). La noticia ha saltado esta semana a los medios de comunicación, todos estamos al tanto, y debates de todo tipo comienzan a surgir en los artículos de opinión de los periódicos y en las concurridas tertulias radiofónicas y televisivas.

No quiero detenerme en juicios técnicos ni morales del asunto, sobre todo porque no he estudiado lo suficiente tales casos y no tengo aún un criterio definido con el que pronunciarme, y menos en casos tan extremos de un menor. Más allá de eso, lo que me preocupa es una afirmación que he llegado a escuchar en las últimas horas y que va camino en convertirse en un eufemismo para justificar este tipo intervenciones quirúrgicas: "nacer mujer en un cuerpo de varón" (o viceversa; tómese también todos los sinónimo y variables posibles). La frase me produce, de primeras, espanto y, fríamente, preocupación.

Analicemos. Aceptar que se nace en una condición supone que hay un factor genético predeterminado, es decir en este caso, que se nace con unos valores, unas formas de comportamiento y unas emociones que son intrínsecas al sexo. Más claramente, que las niñas, por naturaleza (biológica o divina), juegan a las muñecas y a las cocinitas, y los niños al fútbol y a las peleas.
Profundizando más, si verdaderamente la condición de "género" fuese innata, esto significaría que el hecho de sentirse "mujer dentro de un cuerpo de hombre", o viceversa, no es que hubiese ya una anormalidad, sino además, un fallo genético, es decir, el síndrome de una enfermedad que, para mayor escarnio, es crónica. Esta última afirmación se la he escuchado a los tipos más retrógrados, egocéntricos e intolerantes de la sociedad.

No existe estudio científico alguno que sustente que el instinto se haya desarrollado en el ser humano de tal menara que determine sus actos sometidos al propio debate interno de la persona, al pensamiento. Más bien al revés, la concatenación de factores culturales que intervienen en la vida de la persona es la que finalmente, como en otros muchos aspectos de la vida, la que decide sobre la homosexualidad, la heterosexualidad o la bisexualidad de la persona; de la misma manera que no se nace con unas características culturalmente atribuidas a un varón o a una mujer y que son adquiridas a lo largo de la vida.

Hay que pensar antes que afirmar tan tajantemente, aunque sea sólo por acentuar una situación, que luego podemos hacer asociaciones en asuntos en que ni los propios enfrentados se imaginarían que pudiesen ponerse de acuerdo.

jueves, 7 de enero de 2010

Para los ciclistas, chapuzas

Una magna obra estrella en el programa electoral del actual equipo de Gobierno de Guadalajara va camino de convertirse en la magnamente estrellada. La chapuza tiene nombre: carril bici.

Como ejemplo cojo un pequeño tramo: el de la calle de Julián Besteiro. El carril bici en sí comienza en el camino de tierra que supone el dique del río en la margen izquierda de la calle según sube. El camino de tierra es quizá el mejor tramo del nuevo carril bici, y ya verán por qué. Éste se convierte en hormigón rojo que, unido a la pintura, resulta resbaladizo en cuanto aparece un pequeño charco, muy abundantes por badenes. El puente es otra dificultad añadida debido a la estrechez, con lo que se pasa de dos carriles a uno, pero es una falla lógica e insalvable, por lo que pasaremos del tema. Lo que no es tan lógico es la irregularidad del asfalto, no por ser así, sino por la cantidad de huellas que en su momento no fueron parcheadas por los obreros, a lo que se añade además alcantarillas y todo tipo de escrituras que delatan firmas, símbolos y amoríos.

En el campo de fútbol cruza la calle, el semáforo no indica luminosamente cruce de bicicletas pero sí una pintura roja en el suelo. Peligrosas alcantarillas sobresalen. Serpentea bajo el puente para evitar las columnas y comienza la cuesta. Desaparece la señalización y el hormigón rojo queda substituido por las baldosas punteadas. Supongo que la idea es dar más adherencia al neumático en la cuesta, pero el resultado es que este tramo queda inadaptado para bicicletas de carretera y de paseo (como las que el Ayuntamiento va a poner a disposición de los ciudadanos) por incomodidad y riesgo de malformación de las ruedas.

El hormigón vuelve y se interna un tanto en el barrio de los Escritores, sigue sin señalización, los coches aparcados invaden parte del carril, entra en el parque de los Ingenieros Militares y ¡voilà! desaparece. Rastreando un poco, como el Guadiana vuelve a resurgir en el parque de la Constitución.

Si en 800m sucede todo esto, ¿qué no puede ocurrir en los 14km del anillo? Cortes del carril sin continuidad, paso por calles particulares, rotura del firme, gravilla, suciedad, problemas de seguridad...

Después de un millón de euros invertidos ¿de cara a la galería? y tanto cacareo con los bicicarriles españoles, visito Inglaterra y me doy cuenta allí de la perfecta adaptación de la bici a las calles, con arcenes (y no aceras) adaptados como ciclovías, sitios preferenciales en los semáforos para evitar atropellos, ausencia de pinturas resbaladizas y, sobre todo, civismo, respeto de los conductores a los ciclistas. Además, no hay cuestas, al contrario que en Guadalajara, donde se necesita cierta preparación física, que no muchos tienen, y los que la tienen saben de los riesgos e inutilidad de esta obra magnamente estrellada.
Dejo el enlace al interesante Informe del Anillo Ciclista publicado el 29 de abril de 2009 por la asociación GuadaENBICI.

lunes, 4 de enero de 2010

Londres

Londres es una ciudad majestuosa, multicultural, que combina a la perfección ese clasicismo victoriano del siglo XIX con la modernidad hasta los extremos más exagerados del consumo, la abundancia, las masas de gente por la calle Oxford y millones de kilowatios derrochados en las luces. Es el templo de las chuminadas, donde todo el mundo es feliz por el hecho de comprarse de recuerdo una taza con la bandera británica y la inscripción mind the gap tan propia del metro (underground) londinense.

Dos viajes en un mes a la capital de la antigua Albión, pérfida o no, dan para poco en la realidad, pero para mucho en los detalles. No es una ciudad excesivamente cara, salvo si pretendes dejar aparcado el coche de San Fernando. Es lo que tiene la privacidad del transporte, que cuando las concesionarias terminan poniendo el precio y las condiciones, lo más probables es que intenten robar un riñón al viajero y sean incapaces de ponerse de acuerdo para un consorcio de transportes que beneficie a trabajadores y turistas, y por ende a empresarios y al bullicioso tráfico de la ciudad. Tal vez les sea rentable por el atractivo que tiene para el turista viajar en autobuses rojos de dos pisos, taxis con corte clásico y metro cuyos emblemas aparecen hasta en la sopa; o por la simple necesidad de quien vive a las afueras de la megalópolis, a veinte kilómetros de la catedral de San Pablo. Por ello no es de extrañar la afición de los londinenses a desplazarse en bicicletas de todo tipo, incluso en días fríos y lluviosos. Desde luego, la de Londres si es una buena adaptación de las calles a este medio, y no las chapuzas españolas de los carriles bici en mitad de las aceras con asfalto rojo resbaladizo.

Hablando de transporte, sorprende la mitificación del metro de Londres. Es sucio, incómodo, vetusto y los vagones estrechos. Pero cuando uno está harto de acordeones, afonías, piezas clásicas facilonas y guitarras raídas, el gusto de músicos excelsos, el sonido importado de Liverpool, la melodía de la guitarra bien punteada, la ausencia de playbacks y micrófonos y el volumen justo, adecuado, beneficiado por la resonancia de los largos pasillos ovalados, impregna a cualquiera, le hace disfrutar, olvidarse de cualquier atisbo de vieja imperfección y le sumerge en una de las mejores salas de conciertos del mundo por tan solo cuatro libras.

De los trenes, prefiero ni hablar. ¡Gloria dan la Renfe y sus Cercanías! El metro, los autobuses, los trenes, las calles, todo se masifica en el mes de diciembre; Londres se cubre de bullicio, luces y bolsas de Marks & Spancer. La Navidad vuelve a todos locos, le entra a la gente una manía consumista exacerbada (que no sé yo si en esta ciudad no dura todo el año). Harrods vende ositos de peluche, chocolatinas, cuadernos y bolsos con su emblema a precio de oro. La enorme tienda se decora con motivos navideños hasta el exceso, que se combina con el repelente estilo victoriano de interior y la música de temporada a la voz de Frank Sinatra para agilizar la fundición de visas y mastercards a cambio de cosas inútiles que regalar.

Cursilerías aparte, Londres es una de las ciudades más cosmopolitas del mundo. Sus habitantes son de los más diversos orígenes: indios, asiáticos, europeos, africanos, británicos, americanos, caribeños, árabes... Y lo más sorprendente, y de lo que tenemos todavía que aprender mucho por el sur de Europa, es que están perfectamente integrados por el simple hecho de que ellos son británicos, son londinenses, han nacido y han crecido allí, están hechos al continuo movimiento de la ciudad. De cajera cualquier tienda puede haber una joven con velo y entre los policías se reparten sombreros de varias clases, entre ellos los turbantes indios. Largos años de imperio británico han hecho, por lo general, mucho mal al mundo, pero mucho bien a Londres.

Tanto mal al mundo, pero tanto bien a una ciudad que disfruta del Museo Británico, templo del saqueo continuado de los exploradores ingleses a lo largo y ancho de la real mancomunidad británica. En él se encuentran repartidas joyas arquitectónicas y escultóricas de distintas partes del mundo, principalmente del viejo imperio británico, y muchos elementos etnográficos que pierden todo su significado y su sentido en las vitrinas lejos de su origen. Para justificar la exposición de todo aquello allí se suele poner la escusa de que de no haber sido resguardado entre las paredes de tan monumental edificio habrían desaparecido. Pero no sé hasta qué punto está justificada la permanencia de todo aquello en el Museo Británico; pienso que los griegos son lo suficientemente responsables y civilizados para saber mantener los frisos del Partenón de Atenas en su sitio, o que los egipcios tienen la capacidad suficiente como para mostrar la historia del Nilo sin que la figura de Ramsés tuviera un mínimo arañazo. Muchas cosas y majestuosas, pero sin significado fuera de su lugar.

Como el Británico, los museos públicos de Londres no cobran entrada. Se limitan a exigir caridad en huchas repartidas por todas las salas de los edificios. Los hay para todos los gustos artísticos, como la Galería Nacional de la plaza de Trafalgar, una gran pinacoteca un tanto caótica en contenidos dentro del orden inglés del edificio, o la Tate Modern, para aquellos que, no como yo, gusten de las rarezas de las mentes modernas dentro de una enorme central eléctrica al otro lado del Támesis.

Pero no son los únicos lugares donde los visitantes acuden en masa. Los turistas también pagan por ver una vieja casa de principios del siglo XX inspirada en las novelas de Sherlock Holmes, hacerse fotos con los famosos de cera del Madame Tussauds, darse una vuelta de 45 minutos en el gran Ojo, navegar por las tranquilas aguas del Támesis o recrearse en la vieja historia de la abadía de Westminster. Muchas cosas se han dicho y escrito de esta joya del gótico inglés, y no voy a repetir las descripciones y las loas de las guías turísticas. Pero sí voy a indagar en el espíritu de la Reforma religiosa inglesa que se respira en el lugar. ¿En qué catedral española hay tumbas que no sean exclusivamente de curas, santos y mecenas? Sería impensable que en la catedral de Toledo fueran enterrados científicos como Charles Darwin o Isaac Newton; o que en León existiese un Rincón de los Poetas con monumentos dedicados a William Shakespeare o el extranjero Georg F. Händel; o que en Sevilla se mantuviese el lugar donde se hizo enterrar un traidor de la realeza como Oliver Cromwell; o que en la Almudena de Madrid se rindiese homenaje al soldado desconocido, más allá de los "mártires" falangistas. Al clero católico se le llena la boca diciendo que el templo es el lugar de reunión de los cristianos con Dios, pero lo tiene vetado al pueblo; cuando un cristiano muere se le cierra las puertas de la iglesia y como mucho tiene derecho a misa en un tanatorio y suelo a pie de una ermita, a no ser que se rediman los pecados con sustanciales sumas económicas que ayuden a levantar otro rico templo dedicado al santo de moda. La Reforma en Inglaterra, más allá de votos, milagros y prebendas, abrió la iglesia a las elites sociales, y con ello a toda la sociedad. Los ingleses supieron ofrecer la religión al pueblo; desde Roma sólo imponer.

Pero todo tiene su contra, y es que combinar abadía y parlamento en un mismo lugar, separados por una sola calle, no deja de expresar lo cerca que se encuentra la Iglesia anglicana de la política y lo difícil que es separarlas cuando la cabeza de la religión está en manos de la suprema realeza británica. Todo en Londres expresa el carácter inglés, la vida, la tradición y la modernidad de una ciudad y un país muy particulares. Porque los ingleses son muy suyos, han preferido mantenerse un poco al margen del continente, acercarse cuando más le ha interesado, cuando no a sus rebelados americanos. Son un pueblo de tradiciones que las ha ido imponiendo allende los mares a quienes no han podido resistirse. Pueden recibir a casi todo el mundo con las manos abiertas y gustarse de juguetear con costumbres ajenas, pero nunca renunciarán a su lengua, a sus medidas, a sus enchufes, a conducir por la izquierda y a su política exterior. Porque es su orden, su lógica, su razón de ser y lo poco que pueden ya exportar al mundo, y porque es su forma de diferenciarse frete a sus locos vecinos continentales y de sus hijos americanos, de los que cabe siempre tener un punto de desconfianza.

Esa cierta desconfianza británica hacia lo que se encuentra más allá de sus tres mares es quizá lo que hace que este pueblo tradicional y obsesivo con lo suyo y su yo legitime el Gran Hermano en que se han convertido las calles de Londres. Desde los atentados de al-Qaida en julio de 2005 hay cámaras por todos lados, porque entre esas obsesiones suyas está la seguridad, y quizá por ello no se ven indigentes por las calles céntricas y comerciales, apenas hay británicos de origen en las noches de Edgware Road y da la sensación de que nada malo puede pasar en cualquier lugar de la magna urbe, por muy masificado o solitario que esté.

Quizá por todo ello Londres es una ciudad que sorprende y fascina. Las largas avenidas de Westminster, las pequeñas calles de Southwark, las plazas poligonales, las viviendas monumentales, los borbollones de gente, gente de todos los orígenes y procedencias, las luces ora excesivas ora escasas, las enormes praderas de rica yerba que allí llaman parques, los taxis, los autobuses rojos de dos pisos, el mind the gap del metro, los gorros de los policías, el desorden dentro del orden. En definitiva, un punto de encuentro del que esperas que lo prestado sea devuelto, pero impregnado de un nuevo aire y un nuevo saber.