domingo, 16 de agosto de 2009

Colombia 2009 como España 1953

El Gobierno colombiano acaba de cerrar un pacto militar con Estados Unidos en el que permite el uso de al menos siete bases militares durante diez años. Los motivos esgrimidos, la lucha contra el narcotráfico, que por lo visto debe ser de tal magnitud como para necesitar un despliegue militar de esas dimensiones. A cambio, Colombia recibirá 28 millones de euros al año (es decir, una tercera parte de lo que el Real Madrid pagó por el futbolista Cristiano Ronaldo) y asistencia militar para luchar contra narcotraficantes y terroristas unidos en el contubernio de las FARC.

Aparte de lo barato que resulta alquilar siete bases militares en Colombia (a precio de saldo; quizá sea por la crisis), a cualquiera que lea con detenimiento la noticia se le pueden venir a la cabeza los pactos que firmó el Gobierno de España en 1953 con Estados Unidos, conocidos con el poco afortunado nombre de Convenio de Defensa y Ayuda Económica Mutua (sobre todo por lo de "mutua"), y que, entre otras, incluía unas cláusulas secretas por las cuales en caso de alerta de guerra (oséase, posible ataque de la URSS) podría asumir la soberanía de las bases de Torrejón, Zaragoza, Morón y Rota. Como pueden ustedes suponer, en plena Guerra Fría, España terminó perdiendo soberanía en partes fundamentales de su territorio (y ahora son los rojos los rompespañas).

Ahora no hay potencias equiparables a la entonces todopoderosa Unión Soviética, ni tampoco Estados Unidos es el mismo, pero los "enemigos de América" siguen multiplicándose a la vez que se le escapa el control de su patio trasero. Como en la España franquista, no sabemos si hay cláusulas secretas, y si las hay, las conoceremos dentro de cuarenta años; tampoco sabemos exactamente el uso (narcotraficante es un calificativo bastante claro y poco discutible, pero definir quién es terrorista es ya bastante más subjetivo y puede inducir a múltiples interpretaciones); ni sabemos siquiera qué pasará dentro de diez largos años cuando se tengan que renovar los acuerdos militares. Sin embargo, a Estados Unidos se le han ido torciendo las relaciones con antiguos gobiernos títeres de Centroamérica del norte de Sudamérica y tan solo le queda manejable el colombiano, por lo que no está de más estar ojo avizor sobre los próximos movimientos político militares en la zona y la respuesta de Estados Unidos.