martes, 12 de junio de 2012

Lógicas de la economía, para simplificar (I)

1908-1912: Henry Ford andaba buscando cómo aumentar los beneficios de su empresa automovilística, la Ford Motor Company. Leyendo y releyendo se topó con un estudio de un economista de Filadelfia llamado Frederick W. Taylor acerca de la organización científica del trabajo, por la cual una planificación de la producción, la especialización del trabajador y la consecuente producción en cadena dan como resultado un aumento de la producción y el abaratamiento de sus costes. La conclusión a la que llegó Ford fue simple: si se aumenta la producción, se abaratan los costes y se aumenta los salarios de los trabajadores, éstos podrán comprarse un Ford T, por lo que se aumentará la demanda de automóviles, por lo que se necesitará aumentar la plantilla que comprarán más Ford T, por lo que los beneficios empresariales se multiplicarán.

2008-2012: Un empresario europeo cualquiera de cualquier empresa europea se encuentra con una brutal crisis económica que produce una reducción del consumo y una caída de beneficios. Hablando y rehablando con sus compañeros patronos intenta buscar soluciones para seguir maximizando beneficios, o al menos mantenerlos un par de añitos. Su conclusión es simple: la solución pasa por reducir costes, ¿cómo? reduciendo la plantilla de trabajadores a la mínima expresión, y los que quedan, trabajando más por menos salario, y si no le gusta, a la calle que ya vendrá un becario, que sale gratis. Resumiendo: "¡que paguen salarios los demás para que me compren a mí!". El resultado es más simple todavía: el resto de empresarios llegan a la misma conclusión y finalmente el consumo cae porque la gente no tiene dinero para consumir, los ingresos se desploman, las empresas terminan cerrando y la crisis se agudiza hasta convertirse en la más grave de la historia.

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